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Nuestra historia

Nicolich desde 1931

Los Laboratorios Nicolich se crearon en 1931; dos años más tarde, el Doctor Miguel Mérida Nicolich, oftalmólogo, registró el nombre comercial de “Abéñula”, sinónimo de pestaña, y patentó en el organismo de Sanidad de aquella época la fórmula de especialidad farmacéutica denominada “Pomada Oftalmer Nicolich Abéñula Azul”.

 

Desde entonces, aquella empresa familiar, hoy Sociedad Limitada, ha producido numerosas especialidades, aunque con una dedicación especial a su primer producto, “ABEÑULA”, cuya fama traspasó nuestras fronteras, y consiguió que NICOLICH SL se ganase la confianza de usuarios y oftalmólogos, logrando un prestigio del que hoy nos sentimos orgullosos.


Presumimos de llevar en el mercado más de ochenta años, garantía que nos avala como fabricantes, siempre al servicio de nuestros clientes, y siempre reconociendo la labor de nuestro antepasado.

 

Sobre la figura del Doctor Miguel Mérida Nicolich, contamos en nuestros archivos con cartas originales, escritas por el poeta Salvador Rueda, en las que le agradece la labor desarrollada como oftalmólogo y como persona, alabando la manera de tratar a los enfermos, y el acierto de sus tratamientos.

Doctor Miguel Mérida Nicolich

Doctor Nicolich - Abéñula
Estos versos pertenecen al archivo privado de Nicolich, S.L. Después de escribir su tesis sobre una enfermedad ocular, el tracoma, y contar con una extensa bibliografía sobre sus investigaciones, quedó ciego a causa de un desgraciado accidente.- Se casó con Dª Vera Blackstone, y a partir de aquí, empezó a tomar consciencia de las deficiencias sensoriales, y creó el Colegio de Sordos y Ciegos de Málaga.- “El Alcalde de la ciudad, Sr. Gálvez, reconoce la ingente labor por él realizada… El sentimiento de la primera autoridad de Málaga, es recogido en la nota necrológica con las siguientes frases: se ha llevado para siempre al maestro ilustre, al hábil ejecutor de una pedagogía difícil, …”
Un reflejo de este sentir…

”Pero tú, gran lapidario
Diamantista de lo ciego
Cuyas manos son el iris
Y son de luces sus dedos
Tú a unos ojos extinguidos
Sin vida ni movimiento
Les dices con voz divina
Venida de otro hemisferio:
Revivid que hay nuevas rosas
Surgid, que ha claveles nuevos…”

Cartas de Salvador Rueda a Miguel Mérida

Carta de Salvador Rueda 06-03-1923

Mi egregio Mérida:

 

Aprovechando el que mi desgraciado primo dice que va a llevarle una vez más su gratitud, le manifiesto que abrí uno de los tubitos mágicos que U. me regaló (yoduro alcalino cálcico) y me he aplicado su pomada unos cuatro ó cinco días. […]

Carta de Salvador Rueda 19-02-1922

Mi egregio amigo:

 

Al volver de mi aldea, donde mi respiración enferma y mis nervios cansados me obligan a ir, llevo una gran alegría al saber que mi infeliz primo hermano Jacinto Saldaña Santos, se halla curándose los ojos al amparo de su ciencia de U. y de su bondad. […]

Mayo 22-1922 Salvador Rueda

Sr. D. Miguel de Mérida:

 

Mi querido Mérida: Por mi primo Jacinto, supe que U. también se puso algo enfermo de la vista y que se mejoró. Me extraña por creerlo a U. intangible, que sufra oscilaciones su materia, cuando se halla U. revestido de la Gracia. Yo le creo a U. antiséptico. […]